En los 5 links que te recomiendo hoy se analizan la inflación en Estados Unidos, la inminente caída de los mercados y la venta de bonos estadounidenses por parte de los acreedores internacionales.

I. Es momento de conocer el verdadero coste de vida.
Los americanos de a pie hace tiempo que desconfían de las cifras de inflación oficiales. Durante los últimos 8 años la inflación ha sido consistentemente reportada en niveles bajos (entre el 1% y 3%). De acuerdo con el gobierno, los precios apenas se mueven. Obviamente, no es esto lo que encontramos cuando vamos al supermercado, la farmacia, o las estaciones de servicio. Allí, los precios parecen estar fuera de control. Parte del problema es la canasta de consumo que está subiendo de precio es mayormente la de las necesidades (salud, educación, alimento), mientras que la parte que cae es menos necesaria (tecnología, electrónica, viajes). Así, todos sufren los incrementos, pero no todos se benefician de los precios más bajos. Finalmente, la mayoría de los norteamericanos están peor que lo que reflejan las estadísticas agregadas. Este artículo en inglés es una buena muestra general de las tendencias recientes en los precios en comparación con unos ingresos que se mantienen estancados.
II. Los mercados reaccionan frente a la realidad de una nueva Fed.
Hemos estado advirtiendo a los lectores de que la Fed va a subir los tipos de interés el día 15 de marzo. Somos los únicos que creemos eso. Los mercados solo le adjudicaban un 25% de posibilidades a la subida. Los analistas sí creían que venían dos aumentos de tipos durante el año, pero que éstos comenzarían en junio, no en marzo. De repente, todo ha cambiado. Los mercados ahora incorporan en los precios una posibilidad del 50% de que suban los tipos en marzo. Nuestra estimación es del 80%. La Fed quiere subir los tipos desesperadamente antes de que venga una nueva recesión, así puede bajarlos en el transcurso de ésta. Para nosotros, la Fed subirá los tipos un 0,25% en cada una de las próximas reuniones –marzo, junio, septiembre y diciembre- hasta 2019 a menos que uno de estos tres eventos suceda: un crack de la bolsa, pérdida de puestos de trabajo o deflación. Por ahora, nada de eso sucede, así que el camino está libre para la subida de tipos.
III. ¿Qué pasa cuando todos quieren su dinero de vuelta? Nada bueno.
Con tanto mercado alcista a nuestro alrededor, vale la pena analizar el caso a favor de un mercado bajista. Es muy sencillo de entender. El crecimiento está financiándose con deuda, que ha alcanzado proporciones épicas. La burbuja de la deuda puede verse tanto en el plano de la deuda, personal, corporativa y la soberana. Se ha impreso dinero desde 2007, pero la deuda ha crecido mucho más. En una crisis de liquidez, los inversores que creen que tienen “dinero” (en forma de acciones, bonos, bienes inmuebles, etc.) de repente se dan cuenta que esas inversiones no tienen nada que ver con el dinero, sino que son solo activos. Y cuando los inversores venden sus activos todos al mismo tiempo, el mercado colapsa y el pánico se refuerza a sí mismo. ¿Qué podría desatar tal pánico? No mucho. Este artículo en inglés que compartimos es más complejo y largo de lo que solemos recomendar aquí, pero hace un gran trabajo en cortar con el mundo color de rosa que los “osos” de Wall Street están ignorando.
IV. Malas noticias para China y Estados Unidos.
Hemos estado escribiendo mucho sobre China y sus problemas económicos. Para sostener el Yuan, China tiene que vender dólares, pero para conseguir esos dólares debe vender título de deuda del tesoro americano. Este artículo muestra que la caída en la cantidad de títulos del tesoro en manos de China ha sido de 188 millones de dólares, una cantidad récord. Sin embargo, en diciembre China fue una compradora neta de títulos de deuda yanqui. Esto refleja el relativo éxito del control de capitales que impuso. Pero en última instancia, estos controles siempre fracasan. Así que esperamos que siga la tendencia de caída en las tenencias chinas de títulos de deuda norteamericanos. Incluso si esto no sucediera por la mera venta, si los chinos tuvieran los bonos hasta el vencimiento y luego invirtieran en otras cosas, las tenencias continuarían cayendo. Si eso pasa, Estados Unidos perderá a su principal cliente en la venta de títulos y tendrán que buscar nuevos compradores de manera urgente.
V. China no es el único país que vende títulos estadounidenses. El mundo también.
China no está sola. Japón, Arabia Saudí y otros tenedores de deuda estadounidense también son vendedores netos. Las razones varían. China lo hace para sostener su moneda, Arabia Saudí para cubrir su déficit fiscal. Otros pequeños tenedores simplemente están diversificando sus inversiones. El problema con esta dinámica es el riesgo de que se salga de control. Así, la salida puede transformarse en una estampida. Para contrarrestarlo, puede que el Tesoro obligue secretamente a los bancos a comprar toda la deuda vendida por otros países. Eso podría aflojar tensiones, pero implicaría menos crédito para el sector privado, limitando el crecimiento económico.

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