El precio del oro marcó el pasado 16 de abril su máximo de los últimos cinco meses, apoyado por el interés de los inversores en este metal como valor refugio debido a la creciente tensión geopolítica en relación con Corea del Norte.

El precio del metal subió un 0,3%, hasta los 1.288,50 dólares la onza a primera hora de la mañana en los mercados de Europa, alcanzando así su nivel máximo desde principios del pasado mes de noviembre

El oro físico ha subido un 13% en lo que llevamos de año, impulsado por la búsqueda, por parte de los inversores, de un activo refugio que proteja sus carteras ante la incertidumbre de la política exterior y económica de la administración Trump.

La preocupación de los inversores internacionales ha ido en aumento después del bombardeo, por parte de los Estados Unidos, de Siria y de posiciones del Estado Islámico en Afganistán, y de la posibilidad de una escalada militar en la zona a raíz de las declaraciones del presidente Donald Trump sobre un posible ataque sobre Corea del Norte tras el lanzamiento por parte de este país de un misil balístico.

Además, la incertidumbre que rodea al resultado de la primera ronda de las elecciones francesas (después del fracaso de las predicciones en torno a las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y al referéndum sobre el Brexit en el Reino Unido), el próximo 23 de abril, contribuye a este interés creciente sobre el oro como valor refugio.

El comportamiento de los inversores en ETF, cuyas posiciones en largo se han disparado por cuarta semana consecutiva, contribuye a confirmar estas expectativas de un mercado alcista del oro

Según Jason Schenker, presidente y fundador de Prestige Economics, el oro va a seguir subiendo, mientras que el dólar se va a debilitar. Aunque se esperan dos subidas más de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense este año, y otras cuatro en 2018, los mercados ya las han descontado en parte.